Hace muchos años caminada un hombre con su hijo por las calles de Nueva York y al ver las ventanas llenas de estrellas preguntó a su papá sobre qué era esto, su padre le explicó lo que significaba y cómo estas familias que habían entregado un hijo por su país colgaban estas estrellas como un homenaje a sus sacrificios.
Finalmente llegaron a un lote vacío y pudieron observar el cielo iluminado de aquella noche, podía verse particularmente una estrella muy brillante en el cielo, el niño al ver este precioso espectáculo contuvo el aliento y afirmó:
- Mira papá, Dios también debió haber dado también su Hijo, hay una estrella colgada en su ventana.
- Es verdad, hay una estrella en la ventana de Dios, ¿te das cuenta de lo que hizo Dios por nosotros?, entregó a su Hijo por toda la humanidad.
Cuando veas esta estrella en la ventana de Dios recuerda esto: “En esto conocemos lo que es el amor: en que Jesucristo entregó su vida por nosotros. Así también nosotros debemos entregar la vida por nuestros hermanos.
Porque tanto amó Dios al mundo, que dió a su Hijo unigénito,
para que todo el que cree en él no se pierda,
sino que tenga vida eterna.
Juan 3:16
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